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La Plataforma ante los retos de la nueva PAC

Queremos compartir con todos vosotros la posición de la Plataforma por la Ganadería Extensiva y el Pastoralismo en relación con el tratamiento de los pastos leñosos y otros aspectos de la nueva PAC. El post es un poco largo, pero creemos muy importante hacer pública nuestra postura y ofrecérsela a otras organizaciones que quieran apoyarla.

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La plataforma como entidad de apoyo a la ganadería extensiva, ante la actual situación de los pagos del Pilar 1 de la PAC sobre terrenos que acogen pastos arbustivos y arbolados apoya que todos los territorios efectivamente pastoreados por ganado en extensivo sean elegibles dentro del Pilar 1 de la PAC con coeficientes de admisibilidad adecuados en función de su uso real para pastoreo y que aquellos elementos del paisaje que tienen interés forrajero o cumplen una función ecológica importante en los pastos (y que incluyen numerosas especies de árboles y arbustos) no rebajen los coeficientes asignados a sus terrenos.

Aunque estamos de acuerdo en que se excluyan los terrenos que no son utilizados por el ganado (siempre que este extremo se haya verificado adecuadamente), creemos que debe evitarse cualquier perjuicio a los ganaderos en extensivo, reduciendo su capacidad para declarar terrenos que efectivamente utilizan o disminuyendo las hectáreas admisibles de dichos pastos. Creemos que la actual situación perjudica especialmente a los bosques pastoreados, a los pastos arbustivos, y los paisajes pastorales heterogéneos.

La normativa de la UE permite a las administraciones dar elegibilidad PAC a todos aquellos hábitats (incluidos los leñosos) que tengan un uso ganadero actual adecuado a su conservación, según la fórmula de las “prácticas locales establecidas”. Es una oportunidad que las administraciones no deben desaprovechar, y que los ganaderos deben exigir a sus representantes elegidos. Programas que ya están siendo implantados en otros países europeos, como es el caso de Córcega, por lo que España no debería quedarse atrás.

Por tanto, en relación con la actual situación generada por la aplicación de la nueva PAC, queremos aportar las siguientes propuestas para facilitar y mejorar las nuevas solicitudes de ayudas de pagos directos de la PAC en pastos leñosos:

  • Solicitar que la participación de cada ganadero en el proceso de asignación del coeficiente de admisibilidad de pastos (CAP) del Pilar I y uso del SIGPAC se haga dentro del proceso administrativo de la asignación de ese CAP y de su admisibilidad, con posibilidad real de ajustarlo o confirmarlo en el propio procedimiento y no como alegación a posteriori dentro ya de un procedimiento de queja o reclamación. De no ser así, se seguiría considerando al ganadero como un simple sujeto pasivo que no tiene nada que aportar y cuyo papel se limita a aceptar o alegar a las decisiones que toma la Administración. Para ayudar y facilitar la participación del ganadero, la Administración debería publicar un guía paso a paso clara y sencilla que pueda ser utilizada directamente por los ganaderos.
  • Dar máxima difusión entre el colectivo de ganaderos de que este año es la última oportunidad de la que disponen para que toda la superficie que pastorean sea reconocida con derechos de pago básico. Si bien cada ganadero tiene limitado su cupo de derechos a las hectáreas declaradas en 2013, este año se debe declarar toda la superficie utilizada. De esta manera, incluso después de que se le apliquen los coeficientes de admisibilidad, puede alcanzar su cupo de hectáreas y también asegurar que todas las hectáreas en uso tengan la posibilidad de recibir futuros pagos de la PAC después sus próximas revisiones (puede que los pagos se extiendan a todas las hectáreas en uso en el futuro).

Las normas de la PAC tal y como están diseñadas en la actualidad pueden desencadenar una serie de riesgos potenciales tanto para el colectivo de pastores y ganaderos como para los sistemas silvopastorales, especialmente los más extensivos, complejos y de mayor valor natural. Entre ellos se detectan los siguientes:

  • Desaparición de pequeña ganadería extensiva de base territorial reducida o que utiliza como superficie de pastoreo complejos sistemas ricos en vegetación natural no elegible (por ejemplo, caprino, ovino o equino que pasta en monte arbolado denso, monte arbustivo o vacuno en rebollar)
  • Aumento del riesgo de incendios forestales en todas aquellas superficies cuya clasificación pase de ser “pasto arbolado” a “forestal”, o de pasto arbustivo a superficie no elegible.
  • Amenazas a la persistencia de los pastos adehesados y otros pastos arbolados, al reducir la elegibilidad de aquellos lugares que presenten abundante regeneración.
  • Simplificación del paisaje, ya que la eliminación de elementos que le otorgan variedad y riqueza al mismo (bosquetes, matorral, etc.) puede suponer para el ganadero aumentar la superficie para la obtención del pago de la PAC y aumentar su montante.
  • Amenazas a la conservación de hábitats de interés vinculados al pastoreo (por ejemplo algunos brezales, piornales), muchos de los cuales están protegidos por la Directiva Hábitats y a cuya conservación y mejora debe contribuir la PAC dentro de los objetivos establecidos por la estrategia de Biodiversidad de la UE.

El monte generando riqueza

En lo que atañe al Pilar 2 de la PAC, entendemos pertinente recordar que la Plataforma (junto a la Asociación Trashumancia y Naturaleza), presentó 13 alegaciones al borrador del Programa Nacional de Desarrollo Rural (PNDR) 2014-2020, de las cuales 6 fueron estimadas (3 parcialmente y 3 en su totalidad).

Resaltar también que los PDR pueden suponer una gran fuente de oportunidades para apoyar, de forma integral, a la ganadería extensiva y promover al máximo los beneficios socioambientales que genera. En los últimos 25 años de PDRs en España estas oportunidades han sido totalmente desaprovechadas, al menos en comparación con otros estados miembros. Creemos llegada la hora de aprovechar estos mecanismos para impulsar un modelo de ganadería con mejores resultados económicos, sociales y ambientales. Como Plataforma debemos seguir insistiendo en el valor de la ganadería extensiva, en el papel clave de los ganaderos en la conservación del medio rural, la biodiversidad y el paisaje y pelear por una PAC que realmente persiga los objetivos que plantea: apoyar a un modelo de agricultura y, por supuesto de ganadería, que realmente permita la supervivencia del medio rural y de su patrimonio. No debemos olvidar el papel de la ganadería como mecanismo de mitigación de cambio climático (al reducir el riesgo de emisiones vinculadas a los incendios) ni el que juegan los árboles y arbustos en estos mecanismos, tal y como reconoce la FAO en su último documento de 2014 sobre Agricultura climáticamente inteligente, que resalta el papel de estos sistemas agroforestales extensivos.

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