Consejero Pelegrí, ¿verdad que nos entiende?
Estimado Sr. Josep Maria Pelegrí, Consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural, somos un grupo de pastores y pastoras de Cataluña que nos ponemos en contacto con usted mediante esta carta, al tiempo que la difundimos públicamente al conjunto de la sociedad en general, para intentar explicarle nuestros temores y esperanzas hacia el futuro de la ganadería extensiva y de la continuidad y relevo generacional del oficio de pastor.
Lo escribimos con desconfianza y miedo, la misma que acompaña a la mayoría de aquellos que, inmersos en un sistema de ayudas públicas para sobrevivir, siguen viviendo un presente y un futuro incierto. La experiencia nos dice que nada podemos esperar de los que mandan y ordenan desde los despachos sobre un sector primario que ha hecho evolucionar el conjunto de sociedades en todo el mundo, pero que aquí, en este pedazo de tierra entre los pirineos y la mediterránea, se ha menospreciado, desprestigiado y desvalorizado hasta límites insospechados, con el objetivo claro, de progresar hacia un país de exportadores y explotadores turísticos, donde la agricultura familiar, los rebaños, la artesanía alimentaria, las razas autóctonas, la soberanía alimentaria, parecen no tener sentido ni futuro.
Sin embargo, nos atrevemos hoy a escribirle y a interpelar a usted y al conjunto de la sociedad. Aunque sabemos su respuesta, permítanos que le hagamos algunas preguntas …
Con la nueva PAC (Política Agraria Común) nos surgen dudas que ya arrastramos durante años y años pero que, mira por donde, quizás ahora, desgraciadamente, nos toca más las costillas a los que ya no tenemos poco o nada que perder y mucho que ganar , la continuidad de los pastores y la incorporación de futuros pastores y pastoras.
Disculpen si algunos de los términos con los que nos expresaremos a continuación son demasiado técnicos y complicados, bastante nos cuesta a nosotros entender el lenguaje de tanta parafernalia burocrática de decretos, normas, circulares y estudios, que haría aburrirse incluso a un licenciado en derecho. Y es que aun es hora de que alguien, ya sean los funcionarios de las oficinas comarcales o los ingenieros de los sindicatos agrarios, tenga una visión común y conjunta de cómo se aplicará esta nueva normativa que pone en juego el futuro de la ganadería extensiva en la península.
Sabemos que el marco normativo y los contenidos de la política agraria y los planes de Desarrollo Rural para el próximo periodo de 2015-2020 se negocian en Europa, casi con nocturnidad y alevosía, pues la nueva PAC (que ha sido denunciada e impugnada formalmente por Unión de Agricultores y Grupos de Acción Local de todo el estado español) se empezó a aplicar el pasado 1 de marzo, y aun ahora no saben cómo desplegar el paquete normativo, y si lo saben, por favor, háganoslo saber…
Aquí tiene la batería de preguntas, a las que nos urge una respuesta antes como mínimo de que termine el período para presentar la nueva DUN (Declaración Única Agraria). Sabemos que esta carta no es una instancia formal, y que por tanto no nos vale ni el silencio administrativo. Queremos respuestas y respuestas tenemos.
¿Cómo es posible que cuando año tras año la renta agraria disminuye una media del 7% en todos los sectores productivos (fruta, vid …), a una persona que se quiere incorporar de nuevo al sector agrario se le exige lograr una renta mínima que año tras año aumenta?
Nuestra respuesta es clara, queremos ganarnos la vida dignamente y con dignidad, y esto es tan subjetivo que ningún programa informático puede determinar si una explotación es viable o no, basándose exclusivamente en parámetros como la tenencia de tierra, de maquinaria o el número de cabezas de ganado… que ustedes tengan sueldos de 3.000 euros al mes (por lo menos) no quiere decir que la gente no pueda vivir con menos… ¿Verdad que nos entiende?
¿Cómo es posible que un sector productivo y económico (que aparte de producir alimentos, contribuye a la fijación y estabilización de población en el medio rural, la conservación de recursos naturales, el mantenimiento del paisaje y a la prevención de incendios …. ) que está sometido a unas normativas (que en muchos casos consideramos abusivas) que cambian constantemente, y se exige a los agricultores y ganaderos mantener la actividad durante un período de 5 años adquiriendo unos compromisos con la administración (a cambio de unas ayudas económicas, claro), cuando ésta puede hacer y deshacer como quiera comprometiendo y hipotecando el presente y futuro de la agricultura?
Nuestra respuesta es clara, queremos trabajar hasta los últimos días si es necesario, pero no podemos asumir un compromiso de 5 años ni de 2, porque la inestabilidad y la incertidumbre es el pan de cada día de muchas explotaciones agrarias y ganaderas, porque hay quien se dedica a aplicar arbitrariamente normativas sin sentido que hacen cambiar el sentido de las producciones, los campos cambian de color según qué producciones reciben más o menos ayudas… Si a usted, a cambio de una ayuda económica, le hicieran adquirir unos compromisos por 5 años, pero sabe que la legislatura dura 4, ¿adquiriría el compromiso? El mundo globalizado gira, y el baile de sillas y puertas giratorias es constante… ¿Verdad que nos entiende?
¿Cómo es posible que una persona joven que se quiere incorporar al sector agrario con un rebaño de ovejas o cabras le tengan que decir que debe tener un mínimo de 250 para ser viable económicamente (no social o ecológicamente) si al otro lado de los Pirineos (tan cerca y tan lejos a la vez) una persona joven puede incorporarse con una manada de 70 ovejas?
Nuestra respuesta es clara, si una persona quiere incorporarse al sector con 100 cabras, pues permítanselo, asesorándole. Explíquele cómo lo hacen en Francia, y acompañen desde el respeto a cualquier persona que quiera incorporarse al sector. ¿Verdad que si ustedes supieran que los políticos europeos cobran salarios más altos que usted o tienen mejores garantías sociales, harían todo lo posible para equipararse a ellos? ¿Verdad que nos entiende?
¿Cómo es posible que se considere renta agraria el importe cobrado por ayudas europeas y no otros ingresos económicos, como por ejemplo que te contraten para hacer de pastor de montaña en verano o cobrar por el servicio de silvopastura para prevenir incendios forestales?
Nuestra respuesta es clara, ustedes hablan mucho de diversificar la renta agraria, pero parece que no entienden que un pastor de montaña -o un pastor que con su rebaño ayuda a prevenir incendios- sigue siendo un pastor, no un vendedor de coches. ¿Verdad que nos entiende?
¿Cómo es posible que este año con la nueva aplicación del greening (la panacea de la PAC ‘verde’) se obligue a los agricultores a dejar un % de tierras sin cultivar (o cultivar leguminosas) como medida ecológica pero en cambio estas tierras no se puedan pastar, limitando así que muchos rebaños se puedan alimentar de la vegetación silvestre que nace allí (sin sembrar, ni cosechar ni almacenar), y como consecuencia obligando a dar de comer (cultivado, tratado, cosechado, almacenado) a animales estabulados en los corrales?
Nuestra respuesta es clara. Mientras haya comida afuera, nosotros paceremos los rebaños, porque no hay ninguna medida más ecológica que permitir que un animal se alimente de lo que encuentra al aire libre, transformando lo que nace silvestre (las hierbas y matorrales) en productos de primera calidad (carne y leche) al mismo tiempo que fertiliza los suelos, que parece ser que es uno de los objetivos del greening, ¿no? ¿O es que usted si ve que hay una plaza de parking vacía daría vueltas con su coche horas y horas o pagaría el alquiler de una plaza de aparcamiento? ¿Verdad que nos entiende?
¿Como es posible que este año se estén cambiando los coeficientes de pasto de muchas zonas donde hay ganado paciendo (mayormente pastos de bosque y de montaña), y por tanto se niegue las ayudas correspondientes a los ganaderos que aprovechaban aquellos pastos?
Nuestra respuesta es clara. Si lo que quieren es recortar las ayudas, recorten lo que cobran para declarar campos de golf, cunetas de autopista o aeropuertos… pero no recorten las ayudas para las hectáreas que administrativamente consideran no aptas para el pasto y salgan a pastar! ¡Que estamos en el mediterráneo! Que aquí tenemos animales que comen zarzas, y aprovechan la hierba que nace bajo la sombra de las encinas en pleno agosto, y se comen las bellotas en otoño … ¿Verdad que nos entiende?
¿Cómo es posible que en el norte de España puedan hacer quesos en la cabaña donde duerme el pastor en la montaña y madurar en una cueva, o en Suiza hagan el queso con una olla y un fuego a tierra y aquí nos pida un laboratorio?
Nuestra respuesta es clara, pequeñas producciones no se pueden equiparar normativamente como si fuesen la central lechera de la agroindustria… ¿Verdad que no es lo mismo ser el presidente de una comunidad de vecinos que ser un ministro? ¿Verdad que nos entiende?
¿Cómo es posible que hablen de los beneficios del pastoreo de los rebaños para prevenir incendios forestales y hayan casi eliminado los pocos convenios que tenía la administración y el sector ganadero para desarrollar esta tarea?
Nuestra respuesta es clara. En Andalucía tienen 220 pastores en convenio (pagando un IVA del 10%, no del 21% como aquí!), miles de cabezas de ganado (ovejas, cabras, vacas y yeguas) gestionando miles de hectáreas forestales con el objetivo de prevenir incendios forestales… Si pastamos bosques deberíamos poder declararlos y poder acceder las ayudas al igual que el que tiene un campo de maíz de regadío en las comarcas del antiguo secano. ¿Verdad que si el ganado se alimenta en el bosque no sería necesario que nos obliguen a arrendar campos de cultivo (¡que por cierto no hay!) para poder optar a las ayudas? ¿Verdad que si usted ya tiene bastante con un teléfono que sirve para llamar, no le pueden obligar a que compre un teléfono de última generación para que pueda seguir llamando? ¿Verdad que nos entiende?
¿Cómo es posible que hablen de desarrollo de la ley del uso del suelo agrario para potenciar la recuperación de zonas de cultivo porque somos deficitarios en producción agroalimentaria (importamos más de lo que exportamos) y no limiten los usos especulativos de los recursos naturales?
Nuestra respuesta es clara: la tierra para quien la trabaja, y si queda tierra «abandonada» (como las fincas públicas que ustedes tienen en propiedad), facilitemos mediante un banco de tierras que se pueda incorporar gente al sector o que otros puedan redimensionarse para seguir trabajando. ¿Verdad que si usted quiere abrir un negocio y ve un polígono industrial vacío, y los propietarios (en caso de que no sea el banco) no le quieren arrendar o bien porque le piden mucho dinero o bien porque no quieren hacer nada, no hará todo lo posible para intentar convencer a los propietarios que tener un espacio vacío no es justo ni ético aunque vivamos en una sociedad que ha antepuesto el interés privado por encima del bien común? ¿Verdad que nos entiende?
¿Cómo es posible que la información sobre el futuro de nuestro sector esté privatizada en manos de entidades de asesoramiento (mayormente ligadas a sindicatos agrarios), y que tengamos que pagar para obtener información y asesoramiento sobre cómo se está gestando nuestro «no -futuro»?
Nuestra respuesta es clara, la información no debe ser patrimonio de nadie, y no entendemos que se privatice el conocimiento, por el contrario, apostamos por transmitir de forma horizontal (de tú a tú, de pastor a pastor) todo lo que sabemos y que queremos aprender, como única manera de romper el monopolio de la información de pago, aunque al final el sistema nos obligue, sí o sí, a pasar por entidades de asesoramiento para realizar cualquier trámite administrativo (¡que no son pocos ni económicos!). ¿Verdad que si usted está enfermo y una doctora sabe lo que le pasa y tiene el remedio, le sabrá mal que le cobre por explicarle qué tiene o cómo curarse? ¿Verdad que si la doctora ve como se retuerce de dolor pero no lo ayuda porque no le paga le maldecirá los huesos? ¿Verdad que nos entiende?
¿Cómo es posible que la tónica general de muchas oficinas comarcales sea el desprecio y la desconfianza de los funcionarios hacia los agricultores y ganaderos, como si trataran con auténticos delincuentes, acusándonos o amenazándonos con posibles sanciones, antes de hacer absolutamente nada, como si nuestro objetivo fuera engañarlos, aprovecharnos de ellos y de la administración en general?
Nuestra respuesta es clara: sólo desde el respeto, la confianza y el apoyo mutuo podremos entendernos. Tal y como se ha montado el sistema de ayudas desde sus inicios, cada vez la carga burocrática es más exagerada y claro, somos «tontitos» y necesitamos el apoyo de técnicos, asesores, formadores, estudios, congresos, pruebas piloto, ingenieros, dinamizadores y lo que convenga. De acuerdo, pero pedimos un mínimo de respeto. Bueno, no, ¡pedimos respeto y ya! Porque es muy fácil acusar a los agricultores de que siempre lloran y se quejan y viven de subvenciones, y tanto ¡Qué fácil es! Pero resulta que, por encima de nuestra actividad, viven un montón de profesionales a los que al menos pedimos que nos respeten. ¿Verdad que si usted como Consejero tiene un grupo de asesores, secretarios, chóferes, relaciones públicas, directores generales, etc. y todos viven de su trabajo porque usted existe, es natural esperar de ellos respeto? No es necesario exigirlo, hay que respetar y punto. ¿Verdad que nos entiende?
¡Y es así esto! Si se fija en esta carta, no le hemos pedido ni un euro ¡Ni uno! Solo que se respete nuestra profesión, que entiendan la situación a la desesperada en la que muchas explotaciones se encuentran, y que utilicen el sentido común (que es el menos común de los sentidos). Sufrimos las consecuencias de años de dejadez, de ir haciendo a «salto de mata», sin un modelo agroalimentario ni de vertebración del territorio claro, todo por el turismo y las inversiones de capital extranjero… y así vamos, que no sabemos hacia dónde vamos.
Por lo tanto, desde el desconcierto, desde la impotencia, desde la frustración, pero también desde la esperanza hacemos pública y extensiva esta carta al conjunto de la sociedad, porque es cosa de todos defender qué modelo de producción agraria y país queremos, y defendemos que se debe hacer desde la tierra y no desde los despachos, y menos desde embajadas en el extranjero. Y es que más fuerte que los decretos europeos y las normativas absurdas nos queda seguir haciendo lo que amamos, y amamos lo que hacemos. ¿Verdad que nos entiende?
Sabemos que su respuesta será que el campesinado familiar se ha de modernizar, que hay que aumentar la capacidad de producción, tecnificar y buscar el valor añadido, incrementar las exportaciones o la venta directa, la calidad de los productos, etiquetados con denominación de origen, etc. etc. Nos conocemos el discurso de cabo a rabo, sufrimos las consecuencias de continuas campañas publicitarias políticas que hablan de valor añadido, venta directa y la calidad de la producción que hace país, pero la realidad, la cruda realidad, la que ustedes esconden y perpetúan, es que cada vez pliegan más pastores, que cada vez hay menos rebaños, que cada vez hay menos personas, ya que las empresas y multinacionales acaparan la tierra. Porque la producción agroalimentaria -¡la comida! – es un activo de la bolsa mundial para los especuladores financieros… ¡Pues que se coman el dinero pero que nos dejen trabajar en paz! ¿Verdad que nos entiende?
RED DE PASTORES/AS DE CATALUÑA