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La Plataforma pone en circulación un documento con propuestas y soluciones para mejorar la situación de los pastos leñosos en la PAC

Este informe de la Plataforma por la Ganadería Extensiva y el Pastoralismo constituye una guía práctica para responsables políticos, técnicos, ganaderos y otros agentes implicados a la hora de abordar el tratamiento de los pastos arbolados y arbustivos, de cara tanto a las ayudas de la PAC como a su integración dentro de las actuales políticas agrarias.

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La Plataforma se muestra muy preocupada por la discriminación que la aplicación de la nueva PAC en España supone para la elegibilidad de los pastos leñosos (es decir, aquellos que incluyen árboles y arbustos, a veces en proporciones altas), reduciendo o a veces eliminando su posibilidad de cobrar las ayudas de la PAC. Para hacer frente a esta situación, esta entidad acaba de publicar un extenso documento sobre los pastos leñosos y la PAC. Este “Informe sobre la elegibilidad para pagos directos de la PAC de los pastos leñosos españoles”, pretende proporcionar herramientas de trabajo adecuadas a todos los  implicados en la ganadería extensiva y contribuir a mejorar definitivamente la consideración de estos pastos en la PAC.

El informe explica, en sus primeros apartados, cómo están recogidos en la PAC los pastos leñosos españoles, analizando su tratamiento y comparándolo con otros países europeos. Se enumeran, además las posibles consecuencias derivadas de su tratamiento actual y algunas recomendaciones de carácter genérico para mejorarlo. En una segunda parte, la más extensa, se hace un recorrido por algunos de los pastos leñosos españoles más significativos, tanto bosques pastoreados como pastos arbustivos, analizando el papel que los elementos leñosos juegan en su estructura y gestión. Se explican, además, los usos ganaderos de dichos pastos, sus modelos  de gestión y el valor forrajero y de manejo que aporta su vegetación leñosa. También se dibuja un amplio abanico de situaciones reales en las que pastos leñosos con una actividad ganadera productiva y de alto valor medioambiental están condenados a sufrir importantes reducciones en su superficie admisible como consecuencia de la aplicación prevista del CAP, o incluso son consideradas como forestales en el SIGPAC perdiendo completamente su elegibilidad. Estas descripciones se apoyan en fichas y trabajo de campo realizado en distintas localidades de la geografía española. Además, en una tercera sección, se proponen argumentos adicionales para facilitar la elegibilidad de los pastos leñosos en las declaraciones de la PAC y mejorar su admisibilidad, aportando criterios y herramientas de carácter técnico y ambiental sólidamente fundamentadas en sus bases técnicas y científicas. Finalmente, un amplio catálogo de propuestas y recomendaciones va dando pautas para incorporar adecuadamente estos sistemas en los mecanismos de la PAC.

Todo el trabajo está concebido como un instrumento de apoyo a la toma de decisiones, desde una vocación funcional y de utilidad. El objetivo de la Plataforma es que pueda resultar útil a los técnicos y responsables de las Comunidades Autónomas que estén revisando los Coeficientes de Admisibilidad o definiendo las Prácticas Locales Establecidas, pero también a los consultores y a las organizaciones profesionales que apoyan a los ganaderos en sus declaraciones y a los propios ganaderos que necesiten recurrirlas o proporcionar argumentos que sustenten la elegibilidad de sus tierras.

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El origen de esta situación parte de la decisión, impulsada por la Comisión Europea y compartida por las autoridades españolas, de reducir la superficie admisible para cobrar la PAC en España a costa de los pastos con una alta presencia de árboles y arbustos. El planteamiento actual de ambas administraciones consiste en utilizar un Coeficiente de Admisibilidad de Pastos (CAP) calculado automáticamente para cada parcela de pasto en España. El problema que se genera es doble, por un lado, no se tiene en cuenta el uso real de dichos pastos y por otro se reduce su admisibilidad en función de la presencia de matorrales y arbolado. Esta reducción es incoherente desde el punto de vista técnico y científico ya que  la presencia de árboles y arbustos no tiene porqué aminorar la capacidad forrajera de dichas parcelas ni indica necesariamente abandono o dejadez. Estos argumentos chocan frontalmente con la cultura y tradición pastoril de nuestro país, que ha utilizado desde siempre matorrales y arbolado para mejorar los sistemas de producción ganadera. Esta situación afecta al 86% de las casi 19 millones de hectáreas consideradas como pastos por el SIGPAC (de las cuales 5 millones correspondían en 2013 a pastos arbolados-PA- y más de 11 millones a pastos arbustivos-PR-; mayoritarios en todas las Comunidades Autónomas).

La Plataforma lleva ya dos años alertando sobre el peligro que supone para la ganadería extensiva y para el medio rural que los pastos arbolados y arbustivos puedan ser penalizados precisamente por la presencia de estos árboles y arbustos, contribuyendo al abandono de la ganadería extensiva y a pérdidas notorias en términos sociales, económicos, culturales, ambientales y paisajísticos. Estamos convencidos de que la admisibilidad de los terrenos de pasto debe depender fundamentalmente de su uso ganadero real y no tanto de las características estructurales de su vegetación o de otras condiciones que, tradicionalmente, han sido perfectamente integradas por la ganadería extensiva.

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Nuestra propuesta va dirigida, específicamente, a las comunidades autónomas, responsables en última instancia del proceso de declaración de estos pastos. Son las Comunidades Autónomas las que deberían poner en marcha, de forma inmediata, mecanismos para conseguir que el CAP tenga en cuenta las características específicas de nuestros sistemas ganaderos, definir las Prácticas Locales Establecidas (PLE) en sus territorios y facilitar la participación de los ganaderos en todo el proceso, proporcionándoles el apoyo y los materiales adecuados.

Esperamos que este documento pueda servir para este propósito y para potenciar el enfoque técnico y científico con el que se aborda la situación, contribuyendo de paso a mejorar las decisiones políticas referidas a los pastos leñosos y a la consideración general de la ganadería extensiva. La elaboración de este informe ha contado con la financiación del FEGA (Fondo Español de Garantía Agraria) y puede descargarse de forma gratuita pinchando en los siguientes enlaces:

Documento de justificación y conclusiones (Extracto del documento completo, PDF, 1MB)

http://www.ganaderiaextensiva.org/JustificacionYConclusiones_InformeElegibilidadPastos.pdf

Documento completo (PDF, 11MB)

www.ganaderiaextensiva.org/InformeElegibilidadPastos.pdf

 

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3 comentarios

  1. Alonso Guisado Mata . Geógrafo.

    El incendio de Sierra de Gata viene a recordarnos, de forma trágica, lo que puede ocurrir cuando se abandonan los usos tradicionales de la tierra. No hacían falta retenes ni medios aéreos a mansalva cuando había en la zona quemada menos pinos y eucaliptos, en torno a 2000 cabras, 1000 ovejas, 500 vacas…etc. ( por decir unos números) en régimen extensivo .A todo eso se podría volver adaptado a los tiempos actuales claro, para generar riqueza y que los montes no ardan como la estopa . ¿Sería una buena idea cambiarle a los retenes los batefuegos y otros pertrechos por una piara de cabras veratas, retintas extremeñas o lecheras? Eso sería prevención productiva. Un saludo.

  2. Stenka

    El tema es más complicado de lo que parece, donde yo vivo – sierra norte de Guadalajara – algún término municipal está saturado de vacas, la carga ganadera es excesiva y esto impide la regeneración natural del monte amén de que los buenos pastos se van nitrificando y perdiendo, nadie dirige el pastoreo, no hay una rotación adecuada rigiendo la ley del «yo más», los ganaderos son conscientes del problema pero son incapaces de ponerse de acuerdo, haría falta que una instancia superior pusiera orden y promoviera un plan técnico pero la administración lo único que hace es poner restricciones draconianas, por contra en otros términos cercanos el ganado es inexistente y el monte está completamente matorralizado con los consiguientes riesgos que todos conocemos. Como veis es fácil generalizar pero las situaciones concretas son mucho más complejas, se necesitan estudios sobre el terreno y soluciones inteligentes

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